Dentro de Reiki, existen diversas corrientes, siendo la más extendida la de Reiki Usui, en nombre de Mikao Usui, su redescubridor, y las variaciones a la hora de dar los tratamientos son mínimas en general, siendo los beneficios similares.
Las sesiones de Reiki las puede impartir cualquier persona que tenga al menos el nivel 1 de Reiki. Los tratamientos completos duran entre 45 y 60 minutos y tiene lugar preferentemente con el receptor tumbado en una camilla o cama, siempre totalmente vestido.
La energía universal pasa a través del practicante de Reiki, que la transmite al receptor poniendo sus manos en ciertas zonas del cuerpo especialmente energéticas, como los chacras. Al recibir la energía Reiki, el receptor puede sentir calor, frescor, cosquilleo o relajación profunda. Muchísimas personas se relajan tanto que se duermen durante la sesión, sin que por ello se reduzca la eficacia del tratamiento. Los efectos beneficiosos se pueden producir a nivel físico, mental-emocional y espiritual.